Huella y Camino

Huella y Camino

Para que una operación de rescate sea calificada de perfecta, tendría que estar blindada a los escándalos como en un comienzo parecía que iba a estar. Luego el cuento se fue desbaratando con el tiempo y justo como la lógica lo manda: cuando se enfría el caldero se puede ver claramente.

De la emoción por la libertad de los secuestrados por las Farc, sobrevino la calma y con ella la razón que la emoción no dejó tener en su momento. Sobrevinieron las reflexiones y a decir verdad, aun en calma, parecía que nada iba a desdibujar el nivel de perfección que le había atribuido Ingrid Betancur a este operativo de engaño militar, haciendo que se reafirmará -en su momento- que era cierto que existía la "inteligencia militar", algo que difícilmente se había demostrado en Colombia.

Pero luego vino el primer conato de escándalo cuando la cadena norteamericana CNN en Español denunciara el intento de venta de imágenes inéditas de la Operación Jaque por 300 mil dólares en las que se revelaba que un oficial había utilizado el emblema de la Cruz Roja Internacional.

Las disculpas presidenciales en el momento parecieron ser válidas y fueron tratadas por la misma Cruz Roja, la comunidad internacional y la sociedad con la consabida indulgencia como un pecado menor ante el arrasador resultado obtenido y más si ese uso se había dado por nervios de un oficial a último minuto y de manera no intencionada como se afirmó en un primer momento.

Con la publicación del video completo por parte del canal privado de Colombia RCN - del cual parece que es el resultado de una transacción de compraventa que sugiere un claro hecho de corrupción dentro de las fuerzas militares por vender material clasificado como ultra secreto- queda claro no solo que el uso del logo de la Cruz Roja Internacional fue hecho de manera deliberada con un propósito de engañar a costa del mal uso de un emblema humanitario, sino del mal uso de la figura del "periodista" como un comunicador imparcial que no toma partido dentro de los conflictos armados, desdibujando el deber ser del periodista.

No se trata del uso de logotipos como el de la Cruz Roja Internacional o de los logotipos de medios de comunicación en chalecos de periodistas, sino de poner en entredicho la labor de "periodista" como un oficio serio que en este caso fue suplantado por soldados de manera no ética y en una acción militar, que si bien, no tuvo armas ni disparó un solo tiro con un excelente resultado, no dejó de ser una acción de guerra en medio de un conflicto entre dos bandos.

No puede permitirse que en las batallas y en los combates todo se valga ni que el principio maquiavélico se apodere de los propósitos. Ante todo debe haber respeto por los que son utilizados en medio y en este caso son los periodistas que como se recconoce, son los garantes de sociales de los derechos, las libertades y de la democracia.

Poner en entredicho su condición neutral en los conflictos y su dignidad en suplantaciones como estas, ponen en riesgo la profesión de miles de personas que ejercen seriamente y transparentemente el periodismo en medio de los conflictos del mundo.

Es tan grave utilizar de mala manera la figura del periodista y suplantarlos como el utilizar el emblema de un organismo humanitario. Ambos son neutrales en los conflictos o al menos ese debe ser su propósito. La figura del periodista no debe ser utilizada tendenciosamente dentro de tácticas de guerra como son las operaciones psicológicas o de inteligencia como en este caso, así como jamás deberán utilizarse como escudos en los combates.

Frente al este tema se han pronunciado varias entidades y asociaciones nacionales e internacionales de periodistas como el Comité de Protección a Periodistas con sede en Nueva York y en donde la CPJ dice en carta enviada al presidente Alvaró Uribe en algunos de sus apartes:

" Fingir ser periodistas eleva el riesgo para todos los reporteros, en particular para aquellos que cubren el conflicto civil de cinco décadas en regiones que son controladas por los grupos ilegales armados. En las áreas rurales, los periodistas son a menudo amenazados por guerrillas y paramilitares y presionados por autoridades civiles y militares, según la investigación del CPJ.

Afecta la posición de la prensa como cuerpo independiente, especialmente aquellos periodistas que trabajan en zonas de conflicto y que confían en su estatus civil, tal como establece la Convención de Ginebra.

Al hacerse pasar por periodistas, las fuerzas de seguridad socavan el rol de la prensa libre y producen desconfianza en la profesión, provocando en última instancia un daño al bien público."


La Federación de Periodistas de América Latina (FEPALC) y la Federación Colombiana de Periodistas (FECOLPER) también se pronunciaron en carta al Ministro de Defensa Nacional en donde dan a conocer su posición:

"La credibilidad sobre la identidad de periodistas como tales queda en entredicho al momento de encontrarse con distintos grupos armados, convirtiéndose en potenciales víctimas de la hostilidad bélica y que esta argumentación está en las nociones básicas del Derecho Internacional Humanitario, cuyo cumplimiento fue firmado por el gobierno colombiano."

Lo grave de todo esto es que Colombia es el país donde mayor persecución sufren los periodistas quienes son acosados por los grupos guerrilleros, paramilitares, narcotráficantes y presionados por autoridades civiles y militares en todos los rincones del país, haciendo que ser periodista en Colombia sea la profesión mas peligrosa por estos tiempos.

A propósito de la reciente revelación sobre el uso de distintivos de prensa durante la operación Jaque que permitió la liberación de 14 ciudadanos secuestrados por las FARC, el Centro de Solidaridad de la Federación Internacional de Periodistas hace la siguiente reflexión:

Los periodistas son civiles que deben ser protegidos en medio del conflicto armado

Escrito por: Andrés Monroy Gómez

Asesor jurídico Ceso-FIP

Este texto demuestra, a la luz de la normatividad nacional e internacional, cómo involucrar a periodistas en operativos militares, o que miembros de alguna de las partes enfrentadas se presenten como periodistas en el desarrollo de una operación militar, pone a los verdaderos informadores en riesgos adicionales a los que deben soportar al ejercer su trabajo en un país azotado por un conflicto armado.

El mayor de estos nuevos riesgos, es que la credibilidad sobre su identidad como periodistas queda en entredicho al momento de encontrarse con distintos grupos armados, convirtiéndose en potenciales víctimas de la hostilidad bélica. La argumentación está en las nociones básicas del Derecho Internacional Humanitario (en adelante DIH), cuyo cumplimiento fue firmado por el gobierno colombiano.

Derecho Internacional Humanitario y periodistas

El DIH es aplicable en circunstancias de conflicto armado y esa es su gran diferencia respecto a laos Derechas Humanos. Es un ordenamiento de supervivencia, busca la protección del no combatiente, y tiene como criterio fundamental el principio de distinción entre población civil y combatientes. Las normas del DIH son normas de obligatorio cumplimiento para todas las partes de un conflicto armado[1].

Este tema tiene doble importancia para los periodistas: por una parte, como informadores del conflicto armado, deben conocer las normas internacionales relativas al comportamiento que las sociedades civilizadas esperan de las partes enfrentadas en el conflicto. La otra perspectiva de importancia radica en que sus normas son el instrumento por excelencia para que los comunicadores sean reconocidos como civiles y, por lo tanto, no sean involucrados en el conflicto armado. En efecto, es un principio del DIH la Inmunidad de la población civil.

Los periodistas: civiles en medio del conflicto

En DIH se considera población civil, toda aquella que no participan activa y directamente en las hostilidades; el “principio de distinción” es pilar fundamental del derecho humanitario: distinguir al civil del combatiente. De esta manera se busca garantizar el respeto y la protección de la población civil y de los bienes de carácter civil.

El Protocolo II relativo a los Conflictos Armados Internos, señala en el artículo 13 que La población civil y las personas civiles gozarán de protección general contra los peligros procedentes de operaciones militares”.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) explica en el Comentario al Protocolo II[2] que las personas civiles pierden la protección si participan en las hostilidades y mientras dure su participación.

Sobre las operaciones militares, el CICR las identifica como los movimientos o las maniobras de las fuerzas armadas o de grupos armados en acción. Estas operaciones hacen correr a la población civil dos tipos de riesgos: por una parte, el de los ataques; por otra, los efectos de ataques que pudieran afectarla incidentalmente.

Entonces, el periodista que efectúa una misión profesional peligrosa en una zona de operaciones es una persona civil; goza de todos los derechos otorgados a las personas civiles como tales[3].

Periodistas como personas protegidas por el Derecho Internacional Humanitario (DIH), en el ordenamiento Colombiano

El Título II del Código Penal colombiano contiene la descripción de los delitos contra personas y bienes protegidos por el Derecho Internacional Humanitario. Este título, novedad en la legislación penal colombiana, obedece al cumplimiento de los compromisos internacionales asumidos por el Estado colombiano al suscribir convenios y tratados sobre DIH.

El parágrafo del artículo 135 del Código Penal señala que: “Para los efectos de este artículo y las demás normas del presente título, se entiende por personas protegidas conforme al derecho internacional humanitario:

5. Los periodistas en misión o corresponsales de guerra acreditados”.

Entonces, el hecho de involucrar a los periodistas en operativos militares, puede ponerlos en riesgo de ser víctimas de los delitos de constreñimiento al apoyo bélico o represalias, además del riesgo obvio de ser víctima de actos contra su vida e integridad personal. Además, el carácter neutral de los periodistas se ve afectado al hacerlos parte activa de operaciones coordinadas por una de las fuerzas enfrentadas. Al suceder esto, el periodista pierde la inmunidad que le otorga su carácter de civil.

Los periodistas y los equipos de los medios informativos gozan de inmunidad; los primeros, en cuanto personas civiles, los segundos, en razón de la protección general que el derecho humanitario confiere a los bienes de carácter civil. Pero el periodista no está protegido si participa directamente en las hostilidades y mientras dure esa participación[4].

¿Cuál es la diferencia entre periodistas en misión o corresponsales de guerra acreditados?

El DIH distingue, sin dar una definición exacta, dos categorías de periodistas en actividad en una zona de conflicto armado:

  1. Corresponsales de guerra acreditados ante una fuerza armada: Son periodistas especializados que, bajo la autorización y la protección de las fuerzas armadas de un beligerante, están presentes en el teatro de operaciones y cuya misión es informar acerca de los acontecimiento vinculados al curso de las hostilidades[5].

El corresponsal de guerra ha sido entendido como el comunicador que participa de los mismos objetivos que las tropas que acompaña, sigue a las fuerzas armadas sin formar realmente parte integrante de ellas, y en caso de ser detenido goza de la condición de prisionero de guerra[6].

2. El periodista independiente es todo corresponsal, reportero, fotógrafo, camarógrafo y sus ayudantes técnicos de fijación, radio y televisión, que usualmente ejercen esa actividad como ocupación principal[7]. El periodista en misión peligrosa, no sólo no comparte los intereses de las tropas presentes en el lugar de la información, sino que pueden llegar a ser contrapuestos. El periodista es sin duda un civil, incluso si acompaña a las fuerzas armadas o si se beneficia de su apoyo logístico[8].

Aplicabilidad del Derecho Internacional Humanitario en Colombia

Instrumento

Ley Aprobatoria

Fecha de Ratificación

Fecha de Vigor

1. Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949.

Ley 5 de 1960

8-11-61

8-05-62

2. Protocolos Adicionales de 1977 a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949.

Ley 171 de 1994

1-09-93

14-08-95

1-03-94

15-02-96




[1] Ibáñez Guzmán, Augusto J. “Delitos contra las personas y bienes protegidos por el derecho internacional humanitario (a propósito de la configuración de los delitos contra la humanidad)”. En: Lecciones de derecho penal. Parte Especial. Universidad Externado de Colombia. Bogotá, 2003. Pg. 605 y ss.

[3] GASSER, Hans-Peter. La protección de los periodistas en misión profesional peligrosa. Revista Internacional de la Cruz Roja. Número 55. Enero – Febrero 1983. Pg. 3 -19.

[4] BALGUY-GALLOIS, Alexandre. Protección de los periodistas y de los medios de información en situaciones de conflicto armado. Revista Internacional de la Cruz Roja No. 853. Pg. 37 – 68.

[5] Idem

[6] EVANS, Joám; RODRÍGUEZ, Carlos. Análisis jurídico internacional de la protección de periodistas en zonas de conflicto armado. Asteriskos: Journal of Internacional and Peace Studies (2006)

[7] Ob Cit. Nota No. 4

[8] Ob. Cit. Nota No. 6.

Federación Colombiana de Periodistas, FECOLPER
La FECOLPER representa a más de 1100 periodistas en 19 departamentos
Centro de Solidaridad de la Federación Internacional de Periodistas, CESO FIP
La FIP representa a más de 600 mil periodistas en 120 países
Para más informacion, visite: www.fipcolombia.com

La sana autocrítica al periodismo que ejecemos

Es sano encontrar dentro del periodismo miradas de autcrítica. El poder mirarse hacia adentro, autovalorar la actuación de que nos mantiene dentro o fuera de los parámetros éticos básicos de esta noble profesión, permite que se pueda seguir construyendo el periodismo en medio de la evolución de los tiempos y las nuevas exigencias que imponen los medios.

En la mayoría de los casos, el periodismo sigue la ruta equivocada. Las constantes presiones de los dueños del negocio mediático y los responsables de adquiri audiencia, llevan a periodistas con buenas intenciones a deformarse hasta tocar fondo. Si bien las causas de la desviación pueden ser cientos y todas partes de un cóctel de debate, lo único que puede llamar a la corrección del periodismo es la autocrítica: observaciones de periodistas sobre el mismo periodista.

Tal vez estos llamados de atención para muchos puedan sonar a autocensura, pero no lo es cuando se logra superar el fantasma para diferenciar la línea que separa la libertad de la censura justo cuando se encuentra en el punto en donde el respeto es el valor absoluto. Es el respeto a la fuente, al dolor de las víctimas, a la audiencia y al mismo periodismo. Se trata de autorrespeto y este se está perdiendo entre los mismo periodistas.

Esta vez la autocrítica viene del periodista Oscar Collazos que hace un llamado a esa cordura perdida en muchos periodistas. Si bien no debieran dividirse los periodistas por clases sociales, el periodismo está distribuido de acuerdo a sus estilos de hacerse y con ellos los periodistas. En esta autocrítica al periodismo, Collazos aprovecha un caso de dolor y muerte no violento como es el de Oscar Golden, para hacer un llamado que es válido para todos los casos de dolor y muerte violenta que se repite en Colombia. A este periodismo lo llama "de corrientazo" y atribuye el calificativo de comensal a la audiencia a quien por demás les reconoce su deseo de morbo. Este último concepto es muy discutible, toda vez que pareciera existir mas morbo en los medios que en la audiencia, pero esto no le quita el poder y lo acertivo a la critica a esos periodistas que deforman la profesión.

Esto es lo que dice la primera parte de la autocrítica al periodismo de Oscar Collazos, publicado en el periódico El Tiempo el Jueves 31 de Julio y bajo e título de "Microfonos en el Ataúd":

"Es frecuente que, unas horas después de haber aceptado la terrible fatalidad de una muerte indeseable y cercana, lleguen cámaras y micrófonos a preguntar a los deudos cómo se sienten, qué recuerdan del muerto, desde hacía cuántos días sabían que el muerto se estaba muriendo. Este es, desde hace mucho tiempo, un plato preferido en el menú de un oficio que yo llamaría "periodismo de corrientazo": baratijas informativas para saciar el morboso apetito de los comensales.

La costumbre es meterse, por ejemplo, en la vida privada del personaje público. Vivo o muerto, no importa. Hecho esto, se meterán con quienes lo sobreviven. Y, a partir de allí, la estupidez humana empezará a escarbar en la tierra recién arrojada al féretro o en los sentimientos todavía calientes de los deudos. ¿Con qué propósito? Con el propósito de convertir ese dolor en sintonía y en chiva.

La costumbre manda atrapar el instante en que todavía corre la sangre, pues la sangre coagulada no es noticia; dirigir el objetivo a la mueca de sufrimiento de la víctima; registrar los minutos de confusión y proyectarlos antes de que pierdan la vigencia del instante.

Hemos visto acercar las cámaras de la televisión al rostro de quienes acababan de recoger el cadáver de sus hijos o padres; los micrófonos zampados casi en la boca de soldados heridos de muerte; la feroz cacería de la imagen o la declaración atolondrada que sumará al dolor más dolor, más violencia a la violencia. Y porque lo seguimos viendo con la regularidad de una costumbre, no entiendo que esto se siga haciendo con la pueril excusa de que "el público" lo pide."

Para leer completo haga click aquí


Es claro que el tema es sensible, pero sobretodo pertinente. Nunca sobrará llamar la atención de los periodistas para que se miren en el espejo y logren corrgir sus actitudes. Nada más sano y nada mas tranquilizante para el periodismo que haya un polo a tierra, una voz que nazca desde la misma profesión en ejercicio para observarse y mejorarse. Bienvenida la autocrítica.

De la crisis económica de España a la verdadera crisis

Por: José Ignacio Penagos H.

No basta mas que con escuchar la radio o encender la televisión para ver como en España se desgasta de manera torpe la palabra crisis.

Hasta hace muy pocas semanas era fácil encontrar a aquél ciudadano en la calle o en un bar, llenándose la boca de decir que España es la octava economía del mundo, pero inexplicablemente, hoy se colectivizó la palabra crisis y lo peor: el sentimiento de crisis en una sociedad de economía sana.

Si bien se experimentan alzas excesivas y sensibles y protestas por esas alzas, aún el español promedio tiene con que pagarlas y afrontarlas manteniendo el bienestar. No es una crisis lo que está pasando. Es un efecto mundial a lo efecto dominó que avanza en el proceso de equilibrarse nuevamente dentro de unos modelos económicos globalizados que generan "algo" de desestabilidad, pero jamás crisis y menos en este país.

Si en España, como lo quieren acuñar los medios y algunos sectores políticos, hay crisis, entonces que hay en países donde en realidad si hay crisis como algunos de Africa, Asia y Suramérica?. Las cosas -y mas- los efectos económicos hay que llamarlos por su verdadero nombre y esta no es precisamente una crisis.

Insistir en recomponer la dimensión del significado de la palabra crisis, es gastarse la palabra y entonces ¿qué palabra se utilizaría para describir una verdadera crisis?. Seguramente en los medios se podrá utilizar cualquiera que se quiera redefinir en un intento por reinventarse el significado de una nueva que reemplace la gastada hoy y esta práctica no es sana ni responsable con la sociedad ni con el lenguaje.

Lo que se tiene en el momento es un "momento difícil" de la economía que es fácilmente superable si no se juega al efecto rumor como se está haciendo y que conlleva a que en algún momento sí se tenga que hablar de crisis, por ese juego irresponsable de hacer creer que en realidad hay una crisis cuando no la hay.

El hablar de crisis sin existir tiene un riesgo social muy alto que afecta a las finanzas reales de los ciudadanos, casi igual a uno de aquellos cuentos de Gabriel García Márquez en donde una persona acuña el rumor de que "algo grave va a pasar" y los habitantes de un pueblo comienzan a enterarse de que "algo grave va a pasar" y por temor a que eso pase, comienzan a abandonar el pueblo; hasta que al final del día ya nadie quedaba en el pueblo salvo aquél que inició el rumor y quien para sí mismo se dijo "yo tenía razón desde esta mañana de que "algo grave iba a pasar".

Con el juego de hacer creer que hay crisis, se hace que el temor a esta misma conlleve a que la gente no ponga a circular su dinero como de costumbre, a que los comerciantes y proveedores guarden sus productos y a que precisamente suban los precios. Por temor, saldrán sindicatos y trabajadores de todos los sectores a protestar por las alzas y los bajos salarios suspendiendo sus labores diarias, alterando la producción que se disminuye y por ende se redunda en menos dinero. El temor lleva a que nadie gaste lo que tiene que gastar, que nadie salga a vacaciones por temor, a que nadie invierta, nadie produzca, nadie compre y nadie viva de manera normal hasta que de verdad se llega a una crisis.

Si bien las dinámicas económicas tienen dificultades en este momentos y las situación se hace complicada, hay que leer que la mejor forma de atacar las crisis económicas es trabajando, produciendo lo que está escaso y más en un país como este donde se goza de especial sanidad económica. Es extraño, pero todos quieren que les suban los salarios, pero nadie acepta que le suban el pan y dentro de la lógica mundial a la que le apostó occidente, esto no es posible.

Podía decirse en palabras coloquiales que España no está en crisis, pero tiene un catarro que seguramente logrará vencer, pues los comportamientos inestables de la economía son mundiales y antes que colapsar la economía española lo harían muchísimos países antes que alertarían y permitirían saber como llevar el tema a los responsables, como se está haciendo. Son alertas tempranas que los sistemas como este han desarrollado y ponen en marcha.

Finalmente queda en reflexión que uno de los motores de esta difícil situación económica la motiva el petróleo que crece su cotización en dólares americanos, pero aunque no sea a la misma proporción, hay que recordar que el dólar está bajando de precio en todos los mercados y que en el interés de hacer creer que se acerca una crisis del petróleo, están detrás quienes están capitalizando fortunas con este otro juego, entre ellos quienes tienen la expectativa de vender coches ecológicos en una época en que el mercado se atreve a decir que no se venden coches o que ha disminuido su venta, salvo los ecológicos.

Bien por el medio ambiente, pero mal por el oportunismo de hacer creer lo que no es.

los 15 enemigos del internet en el mundo

Para sofocar críticas, los gobiernos de países como Vietnam, Irán y Etiopía crean 'ciberpolicías', detienen 'bloggeros' y piden datos de usuarios de los cibercafés.

En febrero del 2006, Guillermo Fariñas, alias 'El coco', fue hospitalizado a la fuerza en el hospital de Santa Clara (Cuba) para recibir alimentación por vía intravenosa.

Así, creía el Gobierno, la huelga de hambre que había comenzado hacía unas semanas para pedir que todos los cubanos tuvieran acceso a un "Internet libre", no tendría mucho eco en medios internacionales. Pasó lo contrario. Fariñas perdió 15 kilos, estuvo a punto de morir y su historia se multiplicó como los peces en blogs de todo el mundo.

El régimen del entonces presidente Fidel Castro lo acusó de usar Internet de forma "contrarrevolucionaria", pero él sigue al frente de Cubanacán Press, una agencia independiente de noticias, símbolo de lo que llaman la 'ciberdisidencia' de la isla.

Fariñas ha tenido que luchar contra 'molinos de viento': ninguno de los 17 periodistas que trabajan con él tiene derecho a usar Internet para enviar sus artículos a otros países. Casi siempre, reseña Reporteros sin Fronteras (RSF), "dictan los textos desde un teléfono público", pero como las "tarifas son muy altas, llaman en cobro revertido".

El caso de 'El coco' es uno de los ejemplos del estricto y asfixiante control que varios países están ejerciendo sobre los internautas. Pero no es el único. Algunos como China, Birmania, Zimbabue, Uzbekistán y Corea del Norte son famosos por usar todo tipo de estrategias para evitar que los ciudadanos usen la red para criticar a sus gobiernos.

'Seguridad nacional'

Se trata de regímenes que, invocando razones de "seguridad nacional", acceden a correos electrónicos, bloquean páginas web, filtran vocablos "subversivos" de la red e incluso crean una especie de 'Gran Hermano' que vigila todo lo que se hace en los café Internet, al mejor estilo de la novela de George Orwell.

Desde el 2004, RSF hace un listado llamado 'Enemigos de Internet', en el que expone los casos de los países más represivos en este tema. "Lo iniciamos cuando nos dimos cuenta de que no solo perseguían, amenazaban, encarcelaban y mataban a sus periodistas, sino que también comenzaban a perseguir a sus internautas", explica Mercedes Arancibia, vocera y miembro de la Junta Directiva de RSF en España.

En la clasificación de este año entraron 15 países: 13 que ya estaban en el 2007 y Etiopía y Zimbabue. China ostenta el primer puesto en el número de 'bloggeros' encarcelados (48). Casi siempre son detenidos sin explicaciones y sin la posibilidad de acceder a un abogado, y son condenados a penas que pueden llegar a 15 años de cárcel. El gigante asiático, además, creó a dos policías virtuales que aparecen en las pantallas de los cibercafés cada media hora, para recordarles a los internautas que no pueden excederse en sus comentarios.

Sin Hotmail ni Facebook

En países como Egipto, Irán, Siria y Birmania, la censura también se manifiesta en la prohibición de sitios como Hotmail, la red social Facebook o la plataforma para subir videos de YouTube. "Son originales formas de comunicación que no han escapado a las mallas" de Internet, dice RSF en su informe.

Hace unos días, los promotores de dos huelgas, convocadas en redes virtuales, enfurecieron al presidente egipcio Hosni Mubarak. Uno fue arrestado durante dos semanas sin cargos y otro fue detenido y torturado por las fuerzas de seguridad, según RSF.

El caso de Birmania es especial porque allí los celulares también son objeto de frecuente censura, ya que sirven para grabar videos que después son subidos a Internet y demuestran la intransigencia de la Junta Militar que gobierna al país desde hace 46 años.

El otro tema grave, para la ONG, es que hay grandes empresas occidentales que son 'cómplices' de los gobiernos más represivos en la red. "Les venden programas para que filtren palabras que consideran subversivas. Otras facilitan a las autoridades los datos personales de internautas" para que sea apresados, denuncia Arancibia.

Excusas

El año pasado, Yahoo tuvo que pedir excusas por el caso de cuatro ciberdisidentes chinos que fueron detenidos gracias a que esa empresa ayudó a identificarlos.

También se censura con los precios exorbitantes que hay que pagar en varios de esos países para conectarse a Internet en un cibercafé. En Corea del Norte, donde el salario promedio mensual no pasa de 30 euros (84 mil pesos), una hora de conexión cuesta casi 6 euros. En Cuba y Vietnam, las tarifas son aún más prohibitivas. "Eso es un atraco", advierte la española.

Que una nación no aparezca en esta lista no significa que no censure a los cibernautas, entre otros, porque el informe de RSF también tiene una categoría de "países bajo vigilancia" (11, entre los que están Eritrea, Gambia, Libia y Malasia). A diferencia de los enemigos de Internet, "no encarcelan a los 'bloggeros', pero han creado el marco jurídico necesario para amordazar Internet" cuando les conviene.

Birmania

La Junta Militar tiene una oficina de censura y bloquea decenas de páginas, como las de Hotmail y Yahoo. Desde el 2000, "todo contenido político se barre de la web" y el que tenga un módem sin permiso oficial puede pasar hasta 15 años en la cárcel.

Zimbabue

Enviar un correo electrónico en Zimbabue es estar en la mira del Gobierno. En agosto del 2007, el dictador Robert Mugabe aprobó una ley que autoriza al Estado a interceptar llamadas y ese tipo de mensajes para "garantizar la seguridad nacional".

Irán

Mahmud Ahmadinejad soporta tan poco las críticas, que una nota irónica sobre los perros de sus guardaespaldas le valió dos semanas de cárcel al 'bloggero' Reza Validazeh, en el 2007. El sitio de fotos compartidas Flickr y YouTube no pueden verse.

Vietnam

El Gobierno se inspira en el método de China y, como tiene miedo de que la gente se desboque en críticas, creó a ciberpolicías que eliminan palabras 'subversivas' de la red y controlan los café Internet.

Turkmenistán

En un país tan aislado del mundo, Internet es una fuente informativa clave, pues el Gobierno cerró las empresas de TV por cable. Pero la web es para pocos: funcionarios, turistas, periodistas oficiales.

Bielorrusia

El presidente Alexander Lukashenko, en el poder desde 1994, bloqueó 37 sitios de la oposición el 19 marzo del 2006, al ser reelegido por segunda vez. Según RSF, 'el control de este país en Internet es de los más estrictos entre los de la ex URSS'.

Egipto

El 22 de febrero del 2007, Abdel Kareem Nabil Suleiman fue condenado a tres años de cárcel por "insultar al presidente" Hosni Mubarak y por "incitar al odio del Islam". Todo, por un comentario colgado en un foro de Internet crítico con el Gobierno.

Arabia Saudí

Las más afectadas por la cibercensura son las mujeres, que al no tener permiso para votar, manejar o vestirse como quieran, han visto en los blogs la única posibilidad de expresarse libremente. Aquí la censura no se disfraza de problema técnico.

Etiopía

Los servicios de Internet son monopolio del Estado, del que dependen las licencias para los cibercafés, cuyos dueños deben registrar las direcciones y los nombres de sus clientes, si no quieren ir a la cárcel.

Túnez

La autocensura es la norma. Muchas conexiones privadas están cortadas por 'problemas técnicos' o son muy lentas, por lo que los 'bloggeros' desisten de consultar sitios y de criticar al Gobierno.

Cuba

Hace poco, Raúl Castro autorizó la venta de computadores, aunque no por eso los cubanos tienen más acceso a Internet. De ahí que haya una 'red paralela', que permite acceder a una conexión privada, pero a través de un portátil y de mucho dinero.

Corea del Norte

Dice RSF: 'El Internet norcoreano es como una Intranet. Da acceso a un buzón de e-mails, un motor de búsqueda censurado, algunos sitios informativos seleccionados por el Gobierno y páginas que elogian al 'querido líder', el todopoderoso Kim Jong-il'.

Siria

Hotmail, Facebook, Skype y YouTube están prohibidos, 'por temor a que se infiltren en la red los servicios secretos de Israel', su más acérrimo enemigo. Una de las mayores plataformas de blogs, Blogspot, que pertenece a Google, también es inaccesible.

China

Palabras como democracia, movimiento estudiantil del 89 (por la masacre en la Plaza de Tiananmen del 4 de junio de ese año) o motines están prohibidas. Es la mayor cárcel de ciberdisidentes, según RSF.

Uzbekistán

Djamshid Karimov, sobrino del presidente Islam Karimov, fue internado en un hospital psiquiátrico aunque los médicos admiten que 'tiene buena salud y es equilibrado', por hablar de corrupción en la red.

Escrito por: LAILA ABU SHIHAB
(El Tiempo)

Partidarios radicales del presidente Hugo Chávez tomaron el Palacio Arzobispal de Caracas para exigir el cierre del canal de noticias Globovisión, opuesto al régimen. La cabecilla del grupo, la ultrachavista dirigente de la Unidad Popular Venezolana (UPV) Lina Ron expresó que "Globovisión está en la mira del pueblo, es un objetivo revolucionario". Y señaló: "Aquí está a punto de prenderse un parampampán y si ese canal no baja el pico, el pueblo va a tomar acciones".

Aunque Ron insistió en que la toma fue una acción pacífica, el arzobispo de Caracas, Jorge Urosa Savino, opinó que mal puede llamársele pacífica. "Irrumpir en un lugar e interrumpir las labores es un acto de violencia". El prelado subrayó que es hora de poner a fin a lo que definió como una escalada de violencia. "Eso le corresponde al Gobierno nacional. No puede ser que algún alto funcionario utilice un lenguaje ofensivo contra el nuncio y contra mí y al día siguiente se produzcan estas acciones violentas", expresó, aludiendo al presidente Chávez, quien ha pronunciado duras críticas contra el cardenal y el representante diplomático del Vaticano.

La toma del Arzobispado es el último de una serie de incidentes violentos registrados en la capital venezolana en las últimas semanas. Ha estallado explosivos artesanales a las puertas de la Nunciatura Apostólica y cerca de la sede de la Asamblea Nacional. Más recientemente, los radicales chavistas intentaron colocar una bomba de baja intensidad en la entrada de Fedecámaras, la principal patronal empresarial.

El artefacto explotó y mató a un hombre, Héctor Serrano, del que recientemente se supo que era militante de un grupo radical chavista. Lina Ron lo homenajeó ayer en la toma del Arzobispado caraqueño. Junto a ella estaban varias decenas de militantes de pequeños movimientos de trabajadores y estudiantes y representantes de grupos de ultraizquierda que hacen vida política en las barriadas pobres de Caracas. Algunos llevaban capuchas y otros se habían cubierto parcialmente el rostro con pañuelos.

También estaba el diputado Reinaldo García, quien justificó la acción violenta contra Fedecámaras, señalando que este gremio es responsable del desabastecimiento de bienes de primera necesidad que padece el país.

Lina Ron, refiriéndose al incidente, dijo: "No compartimos esos procedimientos, pero reiteramos que Héctor Serrano era nuestro camarada y exigimos que se aclare su muerte. Él quedó destrozado pero todos los documentos que llevaba encima y que han servido para incriminar a otros, quedaron intactos".

Ron negó que esté instigando a otras personas a atentar contra Globovisión pero insistió en que si la Comisión Nacional de Telecomunicaciones -Conatel, organismo que regula la radio, la televisión y otros sectores-, no sanciona al canal, cualquier grupo puede intentar solucionar el problema por otras vías.

El País